Lucha contra el desperdicio: Reaprovecha tus sobras

Preparar comidas deliciosas con las sobras es una forma inteligente de asegurarse de comer todo lo que compras. Aquí te damos seis consejos para darles una segunda vida:

La mayoría de las sobras se pueden almacenar en porciones en el frigorífico o el congelador, para evitar hacer «sobras» de las sobras.
Etiquete las sobras antes de ponerlas en el frigorífico o el congelador para saber qué es y cuándo se almacenó.
Cubra las sobras, envuélvalas en un envase hermético o séllelas en los contenedores Estas prácticas ayudan a evitar la entrada de bacterias, retener la humedad y evitar que las sobras absorban olores de otros alimentos en el frigorífico.
Generalmente, las sobras pueden guardarse en el frigorífico durante 3 a 4 días o congelarse durante 3 a 4 meses. Aunque son seguras indefinidamente, las sobras congeladas pueden perder humedad y sabor cuando se almacena durante más tiempo en el congelador. Igualmente, es seguro recalentar las sobras congeladas sin descongelar, en una cacerola o microondas (para sopas o guisos) o en horno o microondas (para guisos y comidas combinadas).
Use sobras específicas para hacer nuevas recetas:
- Las verduras cocidas se pueden utilizar para purés, sopas, tortillas u otras preparaciones saladas.
- Utilice el exceso de pan y tostadas para hacer pan rallado o picatostes, así como otras elaboraciones dulces.
- Tallos duros y hojas de vegetales, como apio, zanahorias, calabacines, etc. se pueden usar para un caldo o salsas.
- Use pequeños trozos de queso en pastas y arroces.
- Las legumbres cocidas se pueden convertir fácilmente en croquetas, sopas purés, y otras preparaciones saladas o dulces.

Utilice los sobrantes

Los residuos de cocina (cáscaras de frutas y verduras y posos de café) se pueden aprovechar para hacer compost. Los residuos de la cocina se transforman en un elemento nutritivo para el suelo del jardín y las macetas.

Para saber cómo aprovechar ciertos productos específicos, mira estos posters que hemos preparado: