Si hay algo que me gusta al visitar un nuevo lugar, es su mercado: descubrir nuevos productos, escuchar intercambios de recetas, respirar el ambiente del lugar y ver como se teje comunidad en torno a algo tan importante, como lo es nuestra alimentación.
Hace unas semanas, el Panel Internacional de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES-Food) publico un informe, titulado "Alimentos con los pies en la tierra". En él se concluye que los mercados territoriales, los cuales define como "mercados locales o regionales que permiten establecer relaciones, dan autonomía a los actores a pequeña escala y cumplen múltiples funciones en sus comunidades", pueden ayudar a construir la seguridad y la resiliencia alimentaria a escala internacional en un sistema corrompido por las cadenas de suministro controladas por las empresas.
Casi el 30% de la población mundial padece inseguridad alimentaria, mientras que el 42% no puede permitirse una dieta sana, según el informe de IPES-Food. Los autores destacan que la situación tumultuosa de los últimos años ha invertido los avances en la lucha contra el hambre en el mundo y ha demostrado que el actual sistema alimentario mundial es notablemente inflexible. Ante el COVID-19, la guerra de Ucrania y la crisis climática, se ha revelado un sistema alimentario poco fiable.
"Los mercados territoriales ofrecen una alternativa a las grandes cadenas de suministro controladas por las empresas y una vía hacia un sistema alimentario mundial resistente", afirma el informe. "La realidad es que la mayor parte del planeta (alrededor de un 70%) se alimenta a través de cadenas alimentarias de proximidad. Eso supone que los mercados territoriales son un poderoso aliado de las poblaciones de bajos ingresos, puesto que les dan acceso a alimentos a un precio asequible, y las protegen frente a la volatilidad global de los precios". Y no sólo esto. "Los mercados territoriales, al proporcionar acceso a una amplia oferta de alimentos frescos y saludables, juegan un papel clave en la promoción de una mayor diversidad alimentaria y de dietas saludables", continúa el informe.
Además de la seguridad alimentaria, los mercados territoriales proporcionan diversos medios de vida a millones de personas, entre productores, comerciantes y procesadores de alimentos. También tienen beneficios ecológicos porque ofrecen una salida comercial a los pequeños productores que no participan en la agricultura industrial a gran escala. De hecho, el informe señala que "los programas específicos de contratación pública son de vital importancia para el desarrollo de mercados estables y relevantes para los pequeños productores y transformadores".
Los mercados territoriales también desempeñan un papel clave en el fortalecimiento de las culturas alimentarias y los conocimientos y beneficios vinculados a las mismas, puesto que ayudan a evitar la homogeneización de los alimentos que se produce en las cadenas de valor corporativas. De este modo, los mercados territoriales mantienen vivas la biodiversidad y los cultivos tradicionales de un modo que el sistema alimentario industrial global sencillamente no puede.
Además, como decía al principio y confirma el informe, "estos mercados son un importante punto de encuentro para las comunidades, ya que permiten a la gente entablar y mantener relaciones. A diferencia de las tiendas de comestibles, estos espacios permiten a los consumidores conocer a las personas que cultivan sus alimentos. Pueden hacer preguntas, saber de dónde proceden los productos y determinar qué insumos se han utilizado en el proceso de producción".
Para garantizar que los mercados territoriales puedan seguir prosperando, el informe incluye recomendaciones para que los gobiernos apoyen y garanticen la supervivencia de los mercados territoriales. Entre ellas se incluyen subvenciones para apoyar a los actores de los sistemas alimentarios territoriales, infraestructuras rurales más sólidas y programas para aumentar la educación sobre sistemas alimentarios. Otras medidas que incluye el informe, aparecen en la siguiente imagen, junto con algunos ejemplos, como el de Barcelona.
Algunas de estas medidas las recoge también Justicia Alimentaria en su campaña "Recama tu mercado". Esperamos que tanto el informe como esta campaña influyan en próximas decisiones políticas para que se restrinja el poder de las cadenas alimentarias empresariales y se fomenten las cadenas y los mercados de proximidad, por el bien de nuestra seguridad alimentaria, integridad ecológica, mantenimiento de comunidades vivas y nuestra supervivencia a potenciales crisis.
Los mercados territoriales son, en definitiva, la alternativa al sistema industrial global, tal y como defendimos también el año pasado en esta entrada de blog, gracias a nuestra participación en la acción Food for Talk de Good Food Good Farming.
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