Organizado por la Coordinadora Baladre, del 8 al 10 de noviembre asistimos al noveno encuentro Nos sostenemos que tuvo lugar en Almenara, Salamanca. Estos encuentros comenzaron en 2018 con el objetivo de compartir experiencias y construir conjuntamente herramientas que faciliten el sostenimiento de los proyectos y de las vidas. Con una periodicidad bianual, en cada espacio tratan cuestiones relacionados con las iniciativas. En este encuentro nos juntamos asociaciones e iniciativas de todo el Estado y de distinta índole- alimentarias, sociales, ambientales, productoras, distribuidoras y de transformación- para tratar el tema de la agroecología en tiempos de crisis climática y social.
La primera sesión la dedicamos a debatir sobre qué está pasando a nivel de finca a raíz del cambio climático. Algunas de las cuestiones que se destacaron fueron la creciente incertidumbre derivada de la crisis climática, la pérdida del conocimiento sobre el cultivo tradicional a causa de la homogenización de la agricultura, la carga mental que supone el estar continuamente readaptándose y reinventándose por causas externas, la falta de investigación en la universidad que soporte o apoye iniciativas transformadoras, el escaso papel de las administraciones y la elevada exigencia burocrática. Ahora bien, se hizo especial hincapié en que estos son problemas colectivos que debemos tratar justamente desde este prisma: buscando soluciones desde lo común y compartiendo los aprendizajes.
En la segunda sesión abordamos qué podemos hacer para alimentar a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. En ella se expusieron brevemente algunos proyectos y experiencias que pretenden garantizar el derecho humano a la alimentación. Se pusieron sobre la mesa varias metodologías, formas de activar proyectos y cómo estos pueden mantenerse en condiciones de dignidad para todas las partes. De nuevo, lo común se mostraba como la piedra angular de dichos proyectos. Desviar la mirada ante los problemas colectivos o tratarlos como fragmentos insoldables nos hace tener una visión que desvirtúa las opciones que se encuentran a nuestro alcance. Esto es, debemos colectivizar los problemas y atenderlos holísticamente.
Se trata de dar una respuesta coordinada, conjunta y común a la pregunta del título de los encuentros. Efectivamente podemos afirmar que sí podemos sostenernos, pero como decíamos no podemos dejarnos atrás ninguna de las partes. Desde la producción hasta el consumo hemos de trazar un hilo conductor que esté alineado con la dignidad humana, que se valore el trabajo - remunerado o no - como es debido y se trace una alternativa desde una perspectiva de derechos. Para finalizar el encuentro, y como muestra incontestable de la existencia de proyectos – y vidas- que se sostienen mutuamente, tuvimos la suerte de terminar las sesiones visitando los inspiradores y esperanzadores proyectos de la Asociación de Desarrollo Comunitario de Buenos Aires (ASDECOBA): el huerto y el invernadero, el centro de transformación y el centro comunitario de alimentación.
Muchas gracias a las organizadoras por la invitación y la atención puesta en el encuentro, así como a todas las personas con las que compartimos espacio y conocimientos.
¡A seguir sosteniéndonos!
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