Recientemente hemos suscrito esta carta abierta de la coalición Fiscal Matters, de la cual formamos parte. La carta describe la visión de un marco reformado de gobernanza económica de la UE que apunta a las raíces de las crisis ecológicas y sociales que estamos viviendo. Al mismo tiempo, destaca un momento crucial para un cambio transformador en la política de la UE a través de la adopción de un Pacto de Sostenibilidad y Bienestar y un nuevo marco fiscal de la UE que permitiría una economía verdaderamente justa, sostenible y preparada para el futuro.
Anteriormente, desde la coalición Fiscal Matters, que reúne a organizaciones de la sociedad civil, académicos, grupos de expertos y líderes sindicales, se mandó una carta abierta al Consejo Europeo y la Comisión Europea (CE) pidiendo una reforma profunda y urgente para acelerar la transición verde y justa, restaurar la confianza en la UE y construir una base sólida para un futuro sostenible. Con el final de la suspensión de las reglas fiscales de la UE en 2024, la carta enfatiza la necesidad de que la CE presente una propuesta de reforma integral de la gobernanza económica de la UE a través de un proceso democrático y transparente que incluya un papel formal para el Parlamento Europeo (procedimiento legislativo ordinario).
La política económica de la UE ya no cumple con la ciudadanía y la naturaleza europea debido a las desigualdades persistentes y la degradación ambiental en curso. La carta afirma la necesidad de adoptar una mentalidad económica a largo plazo que permita a la próxima generación disfrutar de mejores servicios públicos, menores desigualdades y ecosistemas saludables.
Las crisis convergentes requieren un replanteamiento completo de la economía, cambiando las prioridades de la riqueza al bienestar, del consumo a la calidad de vida y del crecimiento a la igualdad. En lugar de optimizar los resultados, necesitamos una economía del bienestar que permita a todos disfrutar de un hogar cálido, alimentos sostenibles, buena salud, relaciones sólidas y un planeta habitable.
El cambio del Pacto de Estabilidad y Crecimiento al Pacto de Sostenibilidad y Bienestar debe solidificarse en la legislación y apoyarse en mecanismos efectivos e indicadores relevantes. Tal economía no solo sería más inclusiva y equitativa, sino también más resistente a futuras crisis.
Cerrar la brecha de financiamiento verde no podría ser más oportuno. Los multimillonarios europeos están aumentando su riqueza mientras la ciudadanía lucha por pagar las facturas. Esto indica que algo no va bien. Y las políticas de austeridad, las reglas fiscales arbitrarias y la acumulación de riesgos de sostenibilidad pueden empeorar aún más las cosas. Necesitamos un marco que no afiance nuestros problemas sino que ayude a resolverlos.
Dado que los impuestos medioambientales representan menos del 6 % de los impuestos totales en toda la UE, se necesita con urgencia una reforma fiscal verde. La carga fiscal debe trasladarse del trabajo a la contaminación y el uso de recursos en combinación con una redistribución más equitativa de los ingresos. Al mismo tiempo, las reformas fiscales progresivas y audaces deberían abordar prioritariamente las crecientes desigualdades de riqueza, incluso mediante la introducción de topes de precios y un impuesto de sociedades mínimo en toda la UE. También debemos repensar nuestro enfoque de la deuda pública, desde limitar los índices de déficit fiscal hasta el impacto y la calidad del gasto y su contribución a los objetivos ambientales y sociales, junto con vías de reducción de la deuda específicas de cada país.
La reinversión para una sociedad inclusiva y próspera debe ser una prioridad central, facilitada a través del acceso universal a servicios públicos de calidad, redes de seguridad social y una economía del cuidado para que nadie se quede atrás. Los ingresos generados por un sistema fiscal bien diseñado pueden resultar cruciales para acelerar el cambio, incluida la sustitución de combustibles fósiles por energía renovable accesible, asequible y positiva para la naturaleza.
Un replanteamiento completo de nuestra economía permitiría que los seres humanos y la naturaleza prosperaran juntos a largo plazo. Ha llegado el momento de una gobernanza económica y un marco fiscal que, sin lugar a dudas, nos lleven en esta dirección.
Paola Hernández, técnica de proyectos en Mensa Cívica, afirma
Los acontecimientos recientes que sacuden a Europa nos han demostrado que nuestro modelo económico, impulsado por los beneficios a corto plazo, nos ha fallado. La UE necesita una reforma fiscal y un programa de trabajo de la comisión para 2023 que proporcione progreso y siente las bases para un futuro resiliente. Ahora es el momento de adoptar el Pacto Verde Europeo y acelerar su implementación. Los tiempos de crisis abren la puerta a un cambio transformador, y este es nuestro momento para aprovecharlo.
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