Alrededor de 28866 comensales de 144 comedores de restauración colectiva como escuelas infantiles, colegios y hospitales han participado en la II campaña de pesca artesanal por la defensa del futuro de nuestros mares con la que Mensa Cívica quería potenciar el consumo de pescado de fuentes sostenibles al menos una vez durante quince días. La campaña que se llevado a cabo del 13 al 28 de noviembre, ha coincidido con el desastre del Prestige de hace 20 años y el Día Mundial de la Pesca (Artesanal), para concienciar sobre el valor de proteger los valiosos entornos marinos y los medios de subsistencia de la pesca, particularmente en nuestro país. Este ha sido el segundo año que organizábamos esta campaña y sabiendo las dificultades que presenta este producto a la hora de conseguirlo, nos sentimos muy satisfechos del resultado, ya que hemos duplicado los números del año anterior.
Desde hace años, hemos alertado de la pérdida de recursos humanos y pesqueros en nuestras costas. No es de extrañar que debido a estos motivos, se alcen muchas voces defendiendo la acuicultura como solución al paradigma de la continuidad del abastecimiento de pescados para los mercados del sector de la restauración colectiva y la comida en general. No obstante, no se debe confundir sostenibilidad en el suministro, con la insostenibilidad derivada de un sobreconsumo de pesca. Por eso, desde Mensa Cívica no apoyamos este tipo de producciones, dependientes en gran medida de los recursos naturales, la proteína de grano altamente mecanizada, que se realiza en grandes superficies deforestadas, que aumentan el desequilibrio en el ciclo de gases de efectos invernadero. La acuicultura que ha sido criticada por la irracionalidad de consumir grandes masas de peces pequeños, se va decantando por el mismo modelo alimentario que el de la ganadería intensiva.
Por esta razón, creemos que es importante que se esté empezando a mirar más este producto desde los centros de restauración y las empresas de restauración y se estén buscando soluciones para aumentar la oferta de pescado sostenible, por ejemplo, acudiendo a las lonjas cercanas y conectando directamente con los pescadores y las pescadoras.
Hay mucha gente que no come pescado porque existe una gran confusión entre los consumidores sobre la sostenibilidad del consumo de pescado, a pesar de la introducción del etiquetado de pescado procedente de fuentes sostenibles y campañas en los medios. Por ello, abogamos con que haya un único mensaje coherente acerca de la salud y la sostenibilidad de los alimentos.
Diversas experiencias en nuestro país cuentan con en el apoyo ciudadano a experiencias de comunidades pesqueras que promueven la pesca sostenible, como la realizada por la Fundación Lonxanet en las costas de Galicia, que comienzan a apuntar a unas alternativas diferentes para la pesca sostenible, basada en la defensa de ecosistemas marinos y acuerdos de gestión comunitaria pesquera por los diferentes barcos que operan en una zona marítima ordenada. Otras experiencias las encontramos en Cataluña, de la mano de El Peix al Plat o La Platjeta, y el País Vasco o Andalucía, para la recuperación de la anchoa y la gestión de pesca sostenible.
Estas experiencias nos posibilitan demandar una política de compras verdes de este tipo de pesca artesanal y sostenible por los servicios de restauración y cocinas autogestionadas de nuestro país, como medio de estimular una mayor toma de conciencia entre la ingesta de pescado y la sostenibilidad de la fauna marina.
Si este año no has podido unirte y deseas hacerlo el año que viene. ¡Te esperamos! Las fechas de la tercera edición de la campaña serán del 15 al 22 de noviembre de 2023, con el objetivo de llegar a 50.000 comensales, y seguir poniendo en valor los productos marinos del mar al plato.
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