Hace unos días leímos este artículo en la revista de Restauración Colectiva que nos dejo algo preocupados, ya que desde Mensa Cívica consideramos que no es necesario incorporar pescados salvajes de Alaska en los menús de colectividades para ser más sostenibles, teniendo en cuenta que otras colectividades incluyen criterios de sostenibilidad ambiental y social en las licitaciones de compra pública priorizando el consumo de especies de bajo nivel trófico y procedencia local.
Por ejemplo, la empresa Pescados Loureda provee pescado de proximidad (proveniente de grandes y pequeñas lonjas de Galicia) a más de 50 centros educativos, socio-sanitarios y empresas repartidos en toda la península. La empresa respeta las tallas mínimas, especies protegidas y vedas. Además, sólo ofrecen productos de temporada y están comprometidos con la filosofía zero waste (desperdicio cero), ya que sirven la mercancía en cubetas retornables, buscando una segunda vida para sus residuos – los restos orgánicos son recogidos para la alimentación animal – y trabajan con energía verde de una compañía local.
A nivel local, también encontramos buenas experiencias en Barcelona, como la del Peix Al Plat, que trabaja tanto en la divulgación del consumo responsable como en la venta de cajas de pescado fresco, de proximidad y de temporada, procedente de las lonjas catalanas a algunos colegios de Barcelona. Igualmente, la empresa también promueve el consumo de especies comercialmente poco conocidas («recuperadas»), que no correspondan a especies sobreexplotadas y que han sido pescadas con técnicas de capturas las más respetuosas posibles con el mar. En Castellón, también encontramos la empresa Cuinatur que sirve pescado fresco de la lonja de Vinaròs, 100% salvaje y pescado con técnicas sostenibles.
Es bien conocido que la actividad pesquera es actualmente insostenible debido a que como el océano se calienta, las especies marinas se desplazan a zonas más altas latitudes y aguas más profundas. Se espera que el cambio climático provoque una disminución general y redistribución a gran escala del potencial de captura: las pérdidas podrían ser particularmente altas en zonas tropicales países que dependen mucho de la proteína del pescado, lo que podría desencadenar una mayor migración y conflicto por los recursos. La combinación de cambio climático y explotación insostenible aumenta el riesgo de existencias de peces de forma irreversible y, en consecuencia, pone en peligro el abastecimiento de proteína animal para la población humana.
Es por ello que apostamos por una transición hacia una mayor sostenibilidad de la pesca con el fin de conservar los ecosistemas marinos y contribuir al bienestar social de las personas que la trabajan tanto dentro de la UE como en otras regiones. En este sentido, estamos de acuerdo con los planteamientos que realizan los autores del capítulo 6 del Libro Blanco de la Alimentación Sostenible en España, al menos en lo que a pesca se refiere:
un sistema de control que garantice una mayor transparencia en el ejercicio de la actividad pesquera;
una financiación que fomente la pesca de bajo impacto ambiental y mantenga el conocimiento tradicional;
una participación real e igualitaria de las comunidades locales hacia la co-gestión pesquera;
un consumo responsable de productos del mar sostenibles y de producción local;
una mejor financiación en investigación con mayor transparencia, cooperación, integración y disponibilidad de información.
En Mensa Cívica no defendemos los sistemas acuícolas presentes en nuestras costas dadas las amenazas que plantea en términos de seguridad alimentaria y sostenibilidad, problemas que se supone deben resolver. No obstante, somos conscientes que los impactos de los sistemas acuícolas varían sustancialmente, dependiendo de las especies cultivadas, los requisitos de insumos externos (p. ej. alimentos para peces), formas de contención y contexto político-económico. Esto significa pasar por alto los beneficios holísticos de sistemas multitróficos e ignorar las necesidades de muchas comunidades alrededor del mundo para quienes los sistemas de pesca y acuicultura en pequeña escala son una fuente de sustento y dietas saludables y sostenibles.
Parte del desafío, por lo tanto, es encontrar una manera de proteger la pesca y dietas saludables y sostenibles y encontrar nuevas formas de hablar sobre el pescado (y más ampliamente sobre los alimentos ricos en proteínas y la sostenibilidad) que hagan estas distinciones y matices claros. Por esta razón, es muy importante seguir formando en los centros educativos y otros sectores sobre la pesca verdaderamente sostenible, su trazabilidad, que en casos de municipios situados en zonas de interior resulta compleja, y las espinas, así como mostrar nuevas especies y nuevos sabores.
En el caso del pescado, hay formas de tener mayor información sobre su procedencia sin tener que recurrir a sellos, ya que la Unión Europea obliga a que se especifique en el punto de venta el nombre científico del pez, el método de producción, la zona de captura y el arte de pesca, y si ha sido congelado o no, entre otros. Atender a que se cumpla esta normativa es un primer paso a la hora de elegir el pescado que compramos y se sirve .
En Mensa Cívica lanzamos el año pasado la I campaña de pesca artesanal por la defensa del futuro de nuestros mares para concienciar sobre el valor de proteger los valiosos entornos marinos y los medios de subsistencia de la pesca, y pedir que el sector de la restauración colectiva de nuestro país comprara pescado de fuentes sostenibles al menos una vez durante esa semana. La campaña tuvo lugar del 17 al 24 de noviembre de 2021 y participaron 11199 comensales y 64 centros. En este contexto, también organizamos el seminario online “El papel de los operadores logísticos en la pesca artesanal” en el que reflexionamos cómo poner en valor los productos marinos, ya que sólo una pequeña parte de la ciudadanía conocen el origen del pescado que adquieren. También existe bastante desconocimiento entre las propias colectividades. Este año la campaña tendrá lugar del 13 al 23 de noviembre de 2022.
** Para más información sobre el proyecto del Peix al Plat, podéis ver la intervención que hizo Ana recientemente en este seminario de la Fundación Fundesplai. De igual manera, no lo hemos destacada en este artículo, ya que su enfoque de venta es distinto al de restauración colectiva, pero entre las numerosas iniciativas de venta de pescado de proximidad y temporada on-line se ha afianzado con éxito Fresco y del Mar que comercializa pescado y marisco de la flota artesanal de la Costa da Morte y Rías Altas apostando por la frescura y trazabilidad.
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