Tras la COVID-19, la guerra en Ucrania ha provocado un aumento en los precios de los alimentos, alcanzando niveles récord en 2022 en muchos países a nivel global, incluido en nuestro país. De hecho, se estima que el porcentaje de personas en riesgo de inseguridad alimentaria está aumentando, sobre todo en ciertos grupos de población más vulnerables, como mujeres y jóvenes.
La guerra en Ucrania ha causado grandes conmociones en los mercados mundiales de alimentos, pero en España se llevan desarrollando diversas iniciativas de cadenas cortas agroecológicas de distribución y negocios de venta directa, algunas de ellas destinadas incluso a colectivos en riesgo de exclusión social, que presentan impactos positivos para el medio ambiente, las economías locales y la salud de la población. Sin embargo, la gobernanza efectiva, la transparencia, la infraestructura y la participación activa de todos los agentes sigue siendo clave para mejorar los sistemas alimentarios locales.
¡No puede haber seguridad alimentaria global sin
un sistema alimentario resiliente y justo!
En este seminario debatimos con diversos expertos sobre las causas que se acumulan sobre la seguridad alimentaria de los hogares y nuestra salud, así como las propuestas que deberían tenerse en cuenta en las políticas actuales para abordar el desafío de garantizar que todos y todas tengamos acceso a alimentos saludables y sostenibles.
Este fue el objeto del cuarto seminario que organizamos como parte de nuestro proyecto financiado por la European Climate Foundation con el objetivo de influir en el debate sobre la seguridad alimentaria en España derivado de la crisis de Ucrania y promover soluciones que se centren en la soberanía alimentaria y apoyen una transición hacia la producción y consumo sostenible de alimentos.
Para ver las presentaciones de las personas ponentes, por favor, hacerlo en este enlace de nuestro canal de Youtube. Un resumen de las ponencias y otros puntos que se debatieron, pueden encontrarse en este documento.
Durante el seminario se compartieron diversas medidas y estrategias que las administraciones públicas deberían adoptar para avanzar hacia el objetivo que deseamos: garantizar que todas las personas puedan comer de forma saludable y sostenible.
Para ello, no sólo debemos mirar la realidad de nuestro país, si no también a nivel europeo e internacional, estableciendo medidas de vigilancia a lo largo de toda la cadena alimentaria e inspirarnos en las buenas prácticas que ya están llevando a cabo algunos países para transformar nuestro sistema alimentario a uno que sea más saludable, resiliente y justo, tanto para las personas consumidoras como las personas consumidoras.
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