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Día Internacional de la Alimentación Escolar: Hagamos de la Garantía Infantil Europea una realidad

phernandezolivan

Actualizado: hace 6 días

En el Día Internacional de la Alimentación Escolar de este año, responsables de ICLEI Europe e IFOAM Organics Europe han llevado a cabo un evento en el Parlamento Europeo de Estrasburgo un evento con el objetivo de hacer un llamamiento a los responsables políticos a favor de comidas escolares saludables y sostenibles, así como la integración de una educación alimentaria integral en las escuelas, tal y como recoge la Garantía Infantil Europea.


Invitada por el diputado de los socialistas y demócratas Dario Nardella, la delegación de estudiantes del Markgräfler Gymnasium (Alemania) entabló un dinámico debate con figuras clave como la alcaldesa de Estrasburgo, Jeanne Barseghian, diputados al Parlamento Europeo de todos los partidos políticos, el Comisario de Agricultura y Alimentación de la UE, Christophe Hansen, y el Comisario de Salud y Bienestar Animal de la UE, Olivér Várhelyi.


Las comidas escolares, que sirven diariamente a más de 50 millones de niños y niñas de la UE y proporcionan hasta el 50% de su energía, tienen un impacto significativo en la salud de los menores, pero también en el trabajo de las personas productoras y en el medio ambiente. Los comedores escolares son una poderosa herramienta política, alineada con la Visión para la Agricultura y Alimentación de la UE, y promueven la sostenibilidad del sistema agroalimentario europeo, su competitividad y la soberanía alimentaria en la UE.


Proyectos como el que estamos llevando también en España, SchoolFood4Change, lo ponen en práctica combinando comidas escolares saludables y sostenibles, integrando criterios ambientales y sociales en los menús, junto con visitas a granjas, clases de cocina y un enfoque holístico de la alimentación escolar que enseña a las futuras generaciones a respetar y valorar los alimentos, el lugar donde se han producido y las personas que los han producido, no sólo a través de lecciones teóricas, sino de la experiencia.


Durante el debate, el Comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, se refirió a varios aspectos importantes al afirmar que «debemos volver a conectar a las personas productoras con las consumidoras (incluidas las escuelas) y garantizar precios justos para el sector primario. Educar a los niños y las niñas en la producción de alimentos es clave para un futuro mejor».


Siguiendo con el tema de la salud, el Comisario de Salud y Bienestar Animal, Olivér Várhelyi, subrayó que «los comedores escolares sirven para construir generaciones sanas y prósperas. Con más de la mitad de los adultos de la UE con sobrepeso, tenemos que empezar en la escuela para enseñar a los niños y las niñas hábitos alimentarios saludables. Invertir en ello ahora reportará beneficios económicos y sanitarios duraderos». De hecho, un estudio publicado hoy por el Consorcio de investigación de la Coalición de Comidas Escolares señala que «las comidas escolares en Europa tiene beneficios económicos significativos, incluida la reducción potencial de los costes sanitarios asociados a la desnutrición y las enfermedades crónicas. El rendimiento estimado de la inversión en programas de comidas escolares es al menos siete veces superior y puede alcanzar hasta 34 euros por cada euro gastado.»


IFOAM Organics Europe e ICLEI Europa, como coordinadores del proyecto SchoolFood4Change, están exigiendo el establecimiento de unos criterios mínimos en la compra pública de alimentos, incluyendo el objetivo de un mínimo del 20% de productos ecológicos para ser servidos en los comedores públicos, algo lejos de lo anunciado por el Ministerio de Consumo Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que en el próximo Real Decreto de Comedores Escolares se prevé incluir que «al menos el 5% del gasto mensual que cada comedor escolar destine a la compra de productos debe usarse para adquirir alimentos de producción ecológica.»


Los comedores escolares pueden ser catalizadores de la transformación del sistema alimentario hacia una mayor sostenibilidad, apoyando a las personas productoras comprometidas con métodos sostenibles de producción, como las (agro)ecológicos, contribuyendo a la salud de los niños y las niñas y a la revitalización de las comunidades rurales. Los requisitos mínimos presentados en nuestro Manifiesto y promovidos a través de la Campaña «Buy Better Food» pueden lograr esta transformación.


En definitiva, una comida escolar no es sólo una comida: es una inversión en la salud de nuestros hijos e hijas, un motor para las economías rurales y una herramienta estratégica para dar forma al futuro del sector primario, particularmente a la agricultura.


Esperamos que nuestros responsables políticos respondan oportunamente.

 
 
 

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